Luego de su extracción del subsuelo, el hidrocarburo es transportado por ductos y en el caso del petróleo, pasa por distintos procesos de
refinación para obtener combustibles.
Un primer proceso de refinación simple consiste en una separación del petróleo por rangos de temperatura, en un equipo llamado columna de destilación. También se procesan los llamados compuestos intermedios, en otros equipos de mayor complejidad técnica (de mayor temperatura o mayor presión de operación), en donde se producen reacciones químicas tales como el cracking, isomerización, etc., con el objeto de transformar los compuestos más pesados (de poco valor económico), en otros más livianos (de mayor valor).
Los diferentes compuestos obtenidos en los diferentes equipos y/o procesos son posteriormente mezclados en diferentes proporciones para preparar finalmente los diferentes productos
combustibles.